4 ene 2008

CONSTRUCCIONES MEGALÍTICAS

MEGALITISMO



El Megalitismo


Cronológicamente se desarrolla desde los momentos finales del Epipaleolítico hasta la Edad de los Metales, incluyendo todo el Neolítico. Etimológicamente megalitismo significa grandes
piedras, pero se toma como la construcción de obras con
grandes piedras, concretamente en la prehistoria y en el ámbito europeo. Se da en la fachada atlántica europea.
En el resto de Europa no hay megalitismo y nos encontramos con que los enterramientos nunca forman necrópolis sino que se realizan dentro del propio poblado o como máximo en sus proximidades. Son inhumaciones en foso con enterramientos individuales y escaso ajuar.
Se distinguen dos grandes grupos de construcciones megalíticas:
Construcciones funerarias.
Construcciones no funerarias.

Construciones Funerarias
Destacan las cámaras funerarias o sepulcros megalíticos (dólmenes) que están configuradas por grandes piedras clavadas verticalmente que reciben el nombre de ortostatos y que suelen sostener una gran losa horizontal que cubre la cámara. En su interior van las inhumaciones. Los cuerpos se depositan en el suelo interior, no se entierran. Los enterramientos son múltiples.
Una cosa es el megalitismo (tendencia constructiva) y otra, el ritual de enterramiento colectivo (práctica funeraria).
Tipos de sepulcros megalíticos:
Cámaras funerarias simples. Son sepulcros megalíticos, cuadrangulares, de escasas dimensiones, como si de un gran cofre se tratara. Son las conocidas en Portugal como antas o dólmenes poligonales sin corredor.

Dolmen de corredor. Son sepulcros megalíticos que internamente presentan una zona de acceso o de tránsito llamada corredor al final del cual se encuentra otro espacio que es la cámara sepulcral. Es frecuente que también haya cadáveres situados en los corredores. Puede que alguna vez el corredor aparezca descubierto. Estas estructuras estaban recubiertas bajo un túmulo de tierra, en realidad eran el "esqueleto" de la construcción funeraria. El corredor puede aparecer segmentado en 2 ó 3 tramos. Una teoría que explica esto es que puede ser una recreación de un tránsito.
Las cámaras pueden ser de planta circular, trapezoidal o cuadrangular. Existe dentro de los sepulcros de corredor una técnica constructiva de mampostería o sillarejo. Cuando se utilizan sillarejos o mampuestos, aparecen en el megalitismo por primera vez techos de falsa cúpula por aproximación de hileras. Algunos yacimientos de falsa cúpula son el Romeral de Antequera, los Millares (Almería), Newgrange (Irlanda). Este último tiene un corredor de 23 m, data del 3200 a.C., tiene una falsa cúpula de 7 m de altura.


Sepulcro megalítico tipo galería. Es una construcción megalítica en la que no se puede distinguir en planta el corredor de la cámara. Al final de la galería se suele poner una gran losa de cierre final. Ejemplo de esto es la cueva de Menga. Abundan en Andalucía. También existen dólmenes de madera.


Cistas. Las cistas son más pequeñas que las cámaras simples y se accede a ellas por el techo. En su interior los enterramientos son individuales y cronológicamente se da en la Edad del Bronce.
Cuevas artificiales. Se trata de construcciones funerarias excavadas en roca que, aunque no están hechas con grandes piedras, se consideran megalíticas porque la planta y el alzado reproducen los modelos clásicos. También porque tuvieron la misma función de contenedor funerario que las estructuras megalíticas y porque son de la misma época. Como ejemplo está la necrópolis Alcaide en Antequera.
Salvo las cuevas artificiales y las cistas, todas las demás estructuras deben estar cubiertas por un túmulo de tierra o de piedra. Cuando el túmulo es de piedra recibe el nombre de cairn (destaca el cairn de Barnenez). La planta de los túmulos normalmente es circular o semicircular pero puede haber variantes hasta cuadrangulares. En su interior puede haber hasta varias estructuras. Con frecuencia, los límites de los túmulos aparecen delimitados por losas verticales. Hay muchos túmulos que no tienen nada en su interior (conocidos como henge). El túmulo de Saint Michel (Bretaña) es tan grande que en su cima se ha construido una capilla con la advocación de Saint Michel.



Construcciones no funerarias

Las construcciones no funerarias no tienen la implantación territorial de los enterramientos megalíticos, están más restringidas en el espacio. Hay una gran implantación en las islas británicas y en la Bretaña francesa. Las estructuras megalíticas no funerarias suelen desarrollarse especialmente en momentos avanzados de la prehistoria reciente. En ocasiones es frecuente que en un mismo lugar se solapen construcciones funerarias y no funerarias, dando lugar a estructuras muy complejas.
Henges. Son túmulos sin contenido funerario. Es frecuente que estos túmulos estén delimitados por cromlech. En ocasiones, los henges son de piedra en cuyo caso se llaman cairn. Los túmulos más espectaculares se encuentran en Inglaterra, en la región de Wiltshire, donde destaca el yacimiento de Silbury Hill. Otro henge importante de esta región es el de Avebury (3000 - 2000 a.C.) cuyo diámetro es de 400 metros y está rodeado de cromlech y zanjas. En el interior hay un poblado entero.
Destaca Stonehenge. Se han documentado en su construcción tres fases. En la primera fase (3100 a.C.) se construye la zanja, en la segunda fase se construye un dobladillo (doble círculo de piedras azules que proceden del sur de Gales a 300 Km. del lugar) en torno al 2500 a.C. La tercera fase es la construcción de los trilitos en torno al 2100 a.C. la construcción del último de los anillos está relacionada con movimientos planetarios, lo que ha llevado a decir que pudo ser un "observatorio".
Menhires. El término menhir proviene del pueblo bretón y significa piedra alargada. Es una gran piedra clavada verticalmente. Se introducían en zanjas para la cimentación y se completaba con piedras. En Francia está el menhir más grande que se ha encontrado, el locmariaquer, con 20 metros de altura y 350 toneladas de peso. Lo más frecuente es que los menhires no sobrepasen los 10 metros de altura.
Los menhires pueden aparecer de forma aislada o configurando alineamientos. En Carnac (Bretaña francesa) hay miles de menhires. En ocasiones, los menhires forman círculos o anillos que son llamados cromlech. En ocasiones los cromlech pueden aparecer en forma de "U". Es muy frecuente que en un solo espacio nos encontremos distintos tipos de construcciones no funerarias. En las islas Británicas hay un tipo de estructuras consideradas megalíticas y llamadas enclosures que son grandes círculos constituidos por zanjas.
El Megalitismo en Andalucía

En Andalucía, al igual que en otras zonas de la Península, puede reconocerse la existencia de las primeras manifestaciones de cultos megalíticos.
Los precedentes de los sepulcros colectivos andaluces, realizados con grandes losas de piedra, podrían rastrearse ya durante el Neolítico Medio andaluz, con ritos de inhumación colectiva frente a las tradicionales inhumaciones individuales.
Este nuevo ritual puede documentarse bajo apariencias diferentes, según los distintos modelos de población existentes, bien en el mismo interior de las cuevas, correspondiendo a los grupos que perpetuaban ese patrón estacional, o en el exterior, en las poblaciones que desarrollaban los nuevos patrones sedentarios al aire libre, de las que un ejemplo clásico, aunque tardío, son las tumbas circulares de la Cultura de Almería, también en las estructuras siliformes aprovechadas como tumbas en algunos poblados de la Cultura de Silos, como en el caso del Polideportivo de Martos en Jaén.
Aunque las tumbas circulares de la Cultura de Almería pueden ser consideradas como precedentes inmediatos de los signos externos del rito megalítico en Andalucía oriental, en sentido estricto no responden al modelo de sepulcro megalítico.
En cambio, sí responden al patrón megalítico muchas de las pequeñas tumbas correspondientes a las necrópolis granadinas del río de Gor, en las que los materiales de sus ajuares vuelven a presentar vinculaciones claras con el Neolítico Final.

ARTE PREHISTÓRICO






Arte prehistórico
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El Arte prehistórico es un fenómeno artístico de alcance geográfico global y una amplitud temporal suficiente como para afectar a las épocas más diversas. El concepto es mucho más extenso que el fenómeno rupestre cuaternario, principalmente circunscrito a Europa occidental, y comprende además las manifestaciones del llamado arte paleolítico.[1] .
Aunque cronológicamente, Europa debería ocupar el primer lugar, y a pesar de que muchas de las expresiones artísticas prehistóricas son relativamente recientes en algunas zonas del globo, donde han sobrevivido pueblos primitivos, la exposición se realizará siguiendo el orden alfabético. Aunque ello derive en un problema adicional: ¿es lícito comparar manifestaciones tan lejanas en el espacio y en el tiempo? En este sentido, la confrontación de equivalencias culturales, obviando los particularismos empíricos, permite obtener generalizaciones.
En base a ello, se puede apreciar que, en las artes plásticas y visuales de los pueblos primitivos, el realismo es algo excepcional, frente al simbolismo, la abstracción, la estilización y el esquematismo, que parecen una constante mundial.
Otra posible generalización es que casi todo el arte rupestre holoceno se desarrolla en el exterior, a lo sumo, en abrigos rocosos, desfiladeros y covachas poco profundas.
En tercer lugar, el megalitismo y la construcción de túmulos, en relación al culto a los muertos, o la necesidad de desarrollar una arquitectura defensiva, a menudo con construcciones ciclópeas (cuya motivación, excede, con mucho, a las necesidades militares), también son constantes del arte prehistórico mundial.
Por último, está el hecho de que, a pesar del innegable significado religioso del arte prehistórico, éste no sólo se asocia al mundo funerario o mitológico, sino que los temas abarcan todas las facetas de la vida social de los humanos (caza, guerra, trabajos, ceremonias, jerarquías, sexo, familia, incluso, diversión...) y, sobre todo, a medida que las sociedades humanas evolucionan, la glorificación del poder y de los poderosos.

ARTE RUPESTRE


En 1879 don Marcelino S. de Santuola, dio a conocer las pinturas de la cueva de Altamira (Santillana de Mar, Santander). El descubrimiento fue importantísimo. Demostraba que el hombre prehistórico había realizado obras de arte, hasta entonces desconocidas, en el interior de las cavernas. Pasado un tiempo, en 1907, Juan Cabré publicó unas pinturas de ciervos (halladas en la Roca dels Moros de Calapatá, Teruel) de un estilo diferente al de la cueva de Altamira: se había descubierto otro estilo de arte rupestre: el levantino. Posteriormente se han realizado numerosos hallazgos y los investigadores han podido conocer mejor el arte rupestre y determinar, para la Península Ibérica, tres estilos principales: el Arte Paleolítico, el Arte Levantino y el Arte Esquemático.
Pero las pinturas y grabados sobre las paredes de las cuevas y abrigos no fueron la única expresión artística de la Prehistoria. También se realizó pintura sobre cantos rodados, escultura, cerámicas decoradas, objetos ornamentales